jueves, 23 de junio de 2011

La mirada indiscreta

Últimamente me he percatado que me fijo mucho en las otras personas. A veces me pregunto de dónde vienen o a dónde van o cuál es su historia (cosa que he visto que es común hacer, pues he sabido que varias personas lo hacen). He intentado crear historia alrededor de esos personajes que veo, pero me doy cuenta que no puedo, no sé por qué. Puedo imaginar y crear mil cosas en mi cabeza con personajes ficticios, pero basándome en gente real no puedo... quién sabe qué pedo traeré atravesado. En fin, el caso es que me ha tocado ver parejitas en el metro o en la calle que se dan amor (bueno, que se dan besitos y caricias)... no sé en qué radique, pero ha habido parejas que los veo y me provocan un poco de asco... bueno, ya, basta de joterías, me provocan HARTO asco... ay no sé, como si lo estuvieran haciendo a huevo o como si se besaran porque así lo tienen que hacer. Las parejitas que se besan y los envuelve un aire placentero, esos son los que me gusta ver... los veo por unos cuantos segundos porque tampoco es cómodo que alguien se pare en seco a observar, jajaja... sería muy cómico. Hoy por ejemplo que salía del metro, ví a dos chavitas: una estaba sentada en la jardinera con las piernas abiertas y la otra estaba de pie, entre las piernas de la que estaba sentada; ésta tenía sus manos en las bolsas de atrás del pantalón de la que estaba parada y se daban besitos en la cara... No, no las vi con morbo (¡se los juro!) me dieron mucha ternura y desee estar yo en esa posición con mi mujer (pero en realidad ella no se deja, le da mucha pena "mostrarse" en público). No sé... ese "me vale madres el mundo, yo amo a esta mujer y lo demuestro" es bien chido... sobretodo porque no es fácil hacerlo, no es fácil deshacerse de tantos prejuicios que uno tenga en la cabeza. Es bien diferente el discurso que nos aprendemos porque es "cool" ser "open mind" a realmente serlo.

Ayer también, mientras caminaba a casa, vi a un chavo y una chava bien abrazaditos, los dos de pie, besándose. Casi casi pude ver que en su percepción el mundo había desaparecido y solo estaban ellos dos... ¡¡ay qué bonito!!

Bueno, tampoco soy una cursi irremediable, la verdad también tengo ese lado perverso y oscuro en esta parafilia de ver y mirar cosas que se supone solo se hacen en la intimidad... ¡pero ese es otro cuento!

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